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Valencia es la cuna de la paella y aquí se cocina el arroz como en ningún otro lugar, pero también tiene un amplio recetario de platos mediterráneos que muestran la riqueza de su entorno.
Y es que cuenta con una de las despensas mejor abastecidas del mundo, gracias a la huerta que rodea la ciudad, reconocida por la FAO como patrimonio agrícola mundial, y las aguas del Mediterráneo que proporcionan cada mañana los pescados y mariscos más frescos. Si a estos añadimos la creatividad de sus cocineros, nos encontramos con una gastronomía imbatible que hará las delicias del paladar más exquisito.
La paella es el plato más internacional de la gastronomía local. Aquí la encontrarás fiel a la receta original que surgió en los alrededores de l'Albufera. Para prepararla se sofríe en aceite de oliva la carne de pollo y conejo, el tomate rallado, la verdura típica (garrofó y judía ferradura) y un poco de pimentón. A continuación, se añade el agua y se deja que hierva hasta que se convierta en un caldo sabroso. Una vez a punto, se añade el arroz y se lleva a ebullición unos veinte minutos. Finalmente, se mantiene a fuego medio hasta que el agua se evapore y se forme el característico socarrat.
Además de la tradicional paella valenciana, se pueden encontrar más de cuarenta variedades de arroces. Entre ellos destaca el arroz a banda, el del senyoret, el arroz negro o la paella de marisco.
Otro plato muy popular es la fideuá. Cuenta la leyenda que es obra de un pescador de Gandía al que se le ocurrió sustituir el arroz por fideos en una paella. De hecho, su elaboración lleva marisco y sepia, como en la paella de marisco, y se elabora de forma similar.
El All i pebre es un guiso reconfortante típico de la zona de la Albufera. Al tratarse de una receta tradicional, puede tener variantes dependiendo de la zona, pero lo tradicional es prepararlo con anguila aderezada con pimentón y guindilla. El más famoso es el del Palmar, una pequeña pedanía de Valencia que merece una visita, ya que regala estampas dignas de postal.
El puchero es el plato más tradicional de la cocina valenciana y se prepara en todas las casas. Similar al cocido madrileño, se cuece todo en una olla y lleva garbanzos, hortalizas y carne de res. A continuación, se sirve por separado. Primero, una deliciosa sopa elaborada con el caldo de la cocción y, después, la legumbre con las verduras y la carne. En Navidad, se conoce con el nombre de olla de Nadal y se prepara especialmente contundente con más cantidad de carne y con las llamadas pilotas de puchero, preparadas con carne de cerdo, pan rallado, perejil, pimiento y piñones.
Las cocas de tomate y pimiento son un picoteo clásico de la ciudad. Similar a una pequeña pizza, se trata de un sencillo pastel salado, compuesto nada más que por una base de masa de harina, aceite y agua, cubierta por un relleno de verduras, pescados o carnes. Es perfecto para comer sobre la marcha mientras recorres las calles del centro. Existe también la coca dulce, que es un bizcocho denso, esponjoso y con una capa crujiente de azúcar, un capricho irresistible. La versión que incluye calabaza asada es una auténtica delicia.
Los fartons son el perfecto complemento de la famosa horchata de chufa valenciana. Creados en los años sesenta en Alboraya, esta pieza de bollería alargada, esponjosa y dulce se encuentra hoy en todas las confiterías de Valencia, donde se prepara también en su versión hojaldrada. El secreto de este dulce está en que se sustituye la mantequilla por aceite de girasol para lograr una textura ligera y suave.
Además de café y chocolate, hay una serie de bebidas típicas valencianas perfectas para acompañar una coca salada o los populares y deliciosos fartons.
No puedes irte de Valencia sin probar la auténtica horchata. Recomendada por sus propiedades, ya que es rica en nutrientes y vitaminas, no hay otra bebida más refrescante y sabrosa los días de calor. La puedes tomar de muchas formas: líquida, granizada o mixta. Se elabora a base de chufa, un tubérculo que solo puede cultivarse en suelos de unas características y condiciones específicas, por lo que es exclusiva de Valencia y tiene denominación de origen.
La mistela es un licor digestivo típico de la zona de Valencia. Se prepara a partir del zumo de la uva, al que se añade aguardiente, azúcar, clavo y café molido o en grano. Es ideal para acompañar un postre tradicional, al final de una buena comida.
El Agua de València es el cóctel por excelencia de la ciudad. Elaborado con el producto estrella de la tierra, las naranjas, la receta se completa con unas pinceladas de vodka, ginebra y cava, este último, a ser posible, de la denominación Utiel-Requena. El secreto está en utilizar siempre frutas de variedad local recogidas en su punto exacto de maduración. Por último, hay que servirlo en una copa de champán del tipo «copa coupe».
En Valencia se producen dos grandes denominaciones de origen: Valencia y Utiel-Requena. Esta última destaca por su uva propia, la bobal, así como por ofrecer algunos de los mejores cavas del país. En los restaurantes de la ciudad podrás probarlos casi todos: monovarietales, cupajes, vinos jóvenes y tintos envejecidos en barrica.
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