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Si tienes que imaginar una ciudad, seguramente te venga a la mente Nueva York de manera instintiva. La Estatua de la Libertad, la imagen de los rascacielos, las pantallas multicolor de la Quinta Avenida, el espectacular Central Park o los pasillos del metro forman parte de nuestra memoria visual y afectiva gracias al cine y la literatura. ¿Quién no ha soñado con visitarlos alguna vez? Si además buscas alojarte en un hotel en Nueva York, te recomendamos el 45 Times Square Hotel, ubicado en una zona privilegiada, cerca de todas estas icónicas atracciones.
La ciudad más dinámica y enérgica del planeta también tiene una oferta cultural imbatible: el MoMa, el MET, los teatros de Broadway, las galerías del Soho y los partidos de béisbol o de la NBA. Por otro lado, si dispones de tiempo suficiente, te recomendamos reservar unos días para explorar los alrededores de Manhattan, con lugares tan impresionantes como la región de Finger Lakes o las Cataratas del Niágara, un auténtico espectáculo de la naturaleza.
Central Park es una visita obligada para todo el que pasa por Nueva York. Este inmenso parque, con más de tres kilómetros cuadrados de prados, estanques y bosques, es el lugar ideal para disfrutar de un paseo tranquilo en un entorno verde alejado del bullicio de la ciudad. Además, el paisaje cambia en cada estación: en primavera florece con vivos colores, en otoño el follaje se tiñe de tonos dorados y en invierno se puede patinar sobre hielo en la pista Wollman Rink.
Sus senderos serpenteantes están repletos de paseantes, corredores, estudiantes o parejas disfrutando de un romántico pícnic. Entre los planes que no te puedes perder están pasear por The Mall, navegar por el estanque central, relajarte entre las flores del Conservatory Garden, visitar el zoológico o recorrer este parque en bicicleta o en patines. Otras paradas imprescindibles son el famoso puente Bow Bridge, la escultura de Alicia en el País de las Maravillas o el Strawberry Fields, un homenaje a John Lennon.
Si te interesa el arte contemporáneo, el MoMa te entusiasmará. El Museo de Arte Moderno de Nueva York, fundado en 1929, alberga casi 200 000 obras de todo el mundo que abarcan los últimos ciento cincuenta años. La colección incluye una gama cada vez más amplia de expresiones visuales, como pintura, escultura, diseño, cine, medios de comunicación y artes escénicas. El espacio alberga obras de artistas tan icónicos como Vincent van Gogh, Pablo Picasso, Andy Warhol o Jackson Pollock. Te recomendamos adquirir la entrada con antelación, aunque puedes comprarla también en la taquilla, y visitar la colección a primera hora, aproximadamente media hora después de su apertura, para evitar las largas colas.
Ir a Broadway a ver un musical es una oportunidad única para sumergirse en la cultura teatral de Nueva York y sentir la energía de la ciudad. Asistir a un musical es un espectáculo en sí mismo: luces de neón, aceras repletas de curiosos, coreografías espectaculares, vestuarios brillantes y voces impresionantes. Entre los clásicos que año tras año atraen a espectadores de todo el mundo destacan The Lion King, Aladdin, Chicago, Wicked o Moulin Rouge. Echa un vistazo a la cartelera porque hay opciones para todos los gustos y edades. ¡Déjate seducir por la magia de Broadway y pasa una noche inolvidable en pareja o en familia!
High Line es un parque urbano construido sobre una antigua vía de tren, que se extiende a lo largo de poco más de dos kilómetros y atraviesa el lado oeste de Manhattan. Fruto de la colaboración entre James Corner y Piet Oudolf, este espacio verde es un ejemplo de cómo la ciudad de Nueva York es capaz de recuperar espacios industriales en desuso para el disfrute de los ciudadanos. Durante el recorrido podrás admirar jardines, exposiciones de arte contemporáneo y participar en eventos organizados por las asociaciones vecinales. También ofrece una panorámica espectacular del río Hudson y los rascacielos de la ciudad. En concreto, las tumbonas a la altura de la calle 14, con vistas sobre el río, son muy apreciadas. Además, si te apetece hacer una parada para reponer fuerzas, a pocos metros se encuentra el renovado mercado de Chelsea, con una extraordinaria oferta gastronómica.
Manhattan es una isla situada en la desembocadura del río Hudson, lo que ofrece una oportunidad única para observarla desde el agua. Puedes elegir desde un recorrido diurno con brunch o almuerzo a bordo hasta un romántico crucero por la noche cuando se iluminan los monumentos más emblemáticos, como la Estatua de la Libertad o el puente de Brooklyn, creando una atmósfera de ensueño. Si prefieres una aventura más relajada, también puedes alquilar un velero o embarcarte en una excursión a alta mar para observar las ballenas y delfines que frecuentan estas aguas en busca de alimento.
La mayoría de los cruceros parten del muelle 83, en el oeste de Manhattan, y puedes elegir entre recorridos que van desde los treinta minutos a las dos horas y media, dependiendo de tus preferencias. Si tienes pensado visitar diferentes atracciones turísticas de la ciudad, te puede interesar adquirir el abono turístico The New York Pass, que incluye también el paseo en barco.
Si eres aficionado al deporte, asistir en directo a un partido de la NBA es una experiencia increíble: jugadores de élite, espectáculos de luces, música, bailes, kiss cam… ¡El estadio se convierte en una auténtica celebración! La ciudad cuenta con dos equipos de la liga profesional: los New York Knicks, que juegan en el mítico Madison Square Garden, y los Brooklyn Nets, con sede en el Barclays Center. También tiene un equipo en la NBA femenina (WNBA), las New York Liberty.
En Nueva York, las entradas de la NBA se ponen a la venta con meses de antelación y suelen agotarse rápidamente, sobre todo los encuentros más esperados. Así pues, te recomendamos adquirirlas por Internet en páginas oficiales cuando tengas las fechas del viaje.
Si dispones de tiempo suficiente para salir de Manhattan y explorar los alrededores, te recomendamos visitar la hermosa región de Finger Lakes, a cuatro horas en coche desde la ciudad de Nueva York. Este destino es popular por sus impresionantes parajes naturales y sus famosos viñedos y bodegas.
Hay diferentes rutas que puedes elegir en función de tus preferencias: senderos por la naturaleza, gastronómicos, de historia y arte o ecológicos. También puedes contratar una excursión al parque estatal Watkins Glen, con sus espectaculares cascadas, o disfrutar de alguna actividad al aire libre en los lagos Seneca y Cayuca, los más grandes de la región.
Por último, si dispones de varios días, las Cataratas del Niágara son una maravilla de la naturaleza que no te debes perder. Situado entre la frontera de los Estados Unidos y Canadá, este impresionante complejo turístico ofrece una amplia gama de actividades para todos los públicos a lo largo del año. Entre las principales atracciones se encuentran el crucero Maid of the Mist, que te conduce hasta la base de las cataratas, y la Cueva de los Vientos (Cave of the Winds), que te permite sentir la fuerza del agua desde una plataforma ubicada justo al lado de la caída. Si viajas en invierno, la experiencia es igual de espectacular. Las temperaturas bajo cero crean formaciones de hielo alrededor de las cataratas, y los visitantes pueden admirar el paisaje nevado desde los miradores. Para aprovechar la visita al máximo, te recomendamos consultar los horarios de las actividades y reservar las entradas con antelación.
Una de las bibliotecas más grandes del mundo, la New York Public Library es una joya arquitectónica y cultural. Ubicada en el corazón de Manhattan, no solo alberga millones de libros y documentos históricos, sino también exposiciones fascinantes. Su Sala de Lectura Principal, con sus techos altos y lámparas icónicas, es un lugar perfecto para tomar un descanso y sumergirse en un ambiente de tranquilidad en medio del bullicio de la ciudad.
Ubicado en el Bronx, el New York Botanical Garden ofrece 250 acres de jardines temáticos, incluyendo un impresionante invernadero con plantas tropicales y exóticas. Es un escape perfecto del ajetreo urbano y una oportunidad para disfrutar de la belleza natural en cualquier estación del año. Es un plan ideal para familias, amantes de la naturaleza o cualquier persona que busque un respiro de la ciudad.